Motivo de veneración y respeto para las culturas prehispánicas, existe una especie que con extraordinaria puntualidad arriba cada año a los bosques de oyamel de los estados de México y Michoacán, en el centro occidente mexicano, luego de recorrer cerca de 4 mil 500 kilómetros procedente de Canadá y Estados Unidos.
Es la mariposa monarca, que tras una travesía de aproximadamente 50 días concluye en la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca uno de los fenómenos migratorios más importantes e impresionantes del mundo.
Su belleza y colorido, así como su importancia como agente polinizador la han convertido, sin duda, en la monarca de las mariposas.
Su presencia se cuenta por millones durante la época de invierno y es un fenómeno natural ancestralmente conocido por los pueblos indígenas, las comunidades campesinas y los pobladores de la región.
Los purépechas, que habitaron la zona antes de la llegada de los españoles, la consideraron el alma de los muertos e interpretaban su llegada como el anuncio de la visita de los difuntos ya que su arribo coincide con los días primero y dos de noviembre, cuando en México se celebra de manera mística, mágica y como una tradición festiva a la muerte.
Los mazahuas y otomíes la asociaron a los ciclos de producción agrícola llamándola la cosechadora, por ser durante ésa etapa de las labores de cultivo cuando la Monarca visitaba sus tierras y porque al inicio de la preparación de la tierra se retiraban de ellas.
Ambos mitos siguen estando presentes en el pensamiento de esos pueblos indígenas.
Una asombrosa migración
El fenómeno migratorio que caracteriza a la mariposa monarca ocurre debido a la reducción invernal de la luz solar y a la progresiva presencia de masas de aire polar que disminuyen drásticamente la temperatura en Canadá y Estados Unidos. Para asegurar su sobrevivencia, las mariposas comienzan a desplazarse al sur a medida que se acerca el invierno.
La migración de los insectos que llegan cada año a la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca tiene su origen en la región de los Grandes Lagos, al noreste de Estados Unidos y sureste de Canadá.
Los ejemplares se mueven hacia el suroeste a partir de finales de septiembre, cruzando diversas regiones de Estados Unidos. Ingresan a México cruzando imponentes cañones que forman parte de una del Área de Protección de Flora y Fauna de Maderas del Carmen, otra de las maravillosas Áreas Naturales Protegidas de México.
Posteriormente, sobrevuelan el Parque Nacional Cumbres de Monterrey y algunas otras Áreas Protegidas de los estados de San Luis Potosí, Querétaro y Guanajuato, para ingresar a los estados de México y Michoacán en la primera semana de noviembre. Allí, sus organismos encuentran condiciones propicias para resistir las temperaturas invernales.
En este trayecto, las pequeñas mariposas de escasos centímetros recorren aproximadamente 120 kilómetros por día, viajando entre 8 y nueve horas por día y pernoctando en grupos de hasta 600 mariposas por árbol.
En la reserva se cortejan y reproducen los ejemplares adultos y nace la generación que volará en marzo hacia el norte; ninguna de ellas regresará a México, pues su ciclo de vida dura sólo algunas semanas. La generación de mariposas que llega a México es la llamada Matusalem, que es la única que vive cinco veces lo que las otras.
Las mariposas se alimentan de unas hierbecillas conocidas en la región como venenillo y algodoncillo que, de no ser consumida por las mariposas, ocasionarían un desequilibrio ecológico en los bosques de Pinos y Oyameles.
La mariposa monarca en números
Lugar de nacimiento y reproducción en México: Michoacán y Estado de México.
Santuarios abiertos al público: Michoacán: El Rosario se ubica en el municipio de Ocampo y Sierra Chincua, se ubica en la parte central de la r y forma parte del corredor Sierra Chincua-Campanario-Chivati-Huacal.
Ruta migratoria: 4,000-4,500 km; velocidad de migración 13-15 km por hora; Distancia recorrida por día 100-120 km.
Superficie forestal ocupada (promedio) por colonias de mariposa monarca en las últimas seis temporadas: 4.44 hectáreas.
Antecedentes del decreto de la Reserva de la Biosfera
El Área Natural Protegida Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca fue creada principalmente para conservar y proteger la fase invernal del ciclo migratorio de la mariposa Monarca. Sin embargo, el sitio tiene por sí mismo una importancia referente a sus ecosistemas, ya que representa una estrategia para la conservación de la biodiversidad de las zonas templadas del país y un sitio importante en cuanto al equilibrio hídrico de las cuencas que alimentan de agua a la ciudad de México, además, por los diversos estudios que se han realizado en la región se sabe que en esta zona habitan varias de las especies endémicas del centro del país y especies que se encuentran dentro de algunas de las categorías de protección a nivel nacional e internacional.
La reserva tiene su primer antecedente de protección el 4 de septiembre de 1980 cuando se decretaron como Zona de Reserva y Refugio Silvestre los lugares donde la mariposa monarca hiberna y se reproduce, años después, en 1986, se declaran cinco santuarios con 16,110 ha en los límites de los estados de México y Michoacán como Área natural Protegida para los fines de Migración, Hibernación y Reproducción de la Mariposa Monarca, así como la conservación de sus condiciones ambientales. Los cinco sitios designados como santuarios son: Cerro Altamirano, Sierra Chincua, Sierra El Campanario, Cerros Chavatí-Huacal y Cerro pelón. Posteriormente, varias instituciones encabezadas por World Wildlife Fund México, asignaron a científicos y personal la labor de desarrollar una propuesta técnica para la redefinición de los límites del área protegida. Esta propuesta se concluyo en junio del 2000 y fue la base de un nuevo Decreto Presidencial publicado el 10 de noviembre del 2000.
El Área Protegida, una Reserva de la Biosfera única
En la colindancia de los estados de México y Michoacán, abarcando territorios de ambas entidades, se extiende una zona montañosa cubierta de bosques de coníferas, a la que se puede llegar desde Toluca y Valle de Bravo, en el estado de México o desde Zitácuaro o Morelia, en Michoacán.
En su parte más baja, entre los 1,500 metros sobre el nivel del mar y los 2,900, la vegetación va cambiando de agrupaciones de encinos hasta pinos y cedros que hacen de la zona un extraordinario escenario natural.
A los 3,600 metros los oyameles se convierten en la vegetación dominante y son el sitio preferido de la Mariposa Monarca, que se hacen acompañar de arbustos, hongos y algunas curiosas plantas llamadas epífitas, que crecen sobre otras sin echar raíces.
Este el reino invernal de la mariposa monarca, cuyo nombre científico es Dannaus plexippus. Una vez que llegan a la región, las mariposas pasan allí los siguientes cinco meses, concentradas en un maravilloso espectáculo natural.
El buen estado de los bosques es fundamental para la conservación de las colonias de la mariposa monarca, ya que ahí encuentran las condiciones microclimáticas requeridas para sobrevivir en esta época del año, a diferencia de las heladas que predominan en Canadá y Estados Unidos.
Con el objeto de conservar este fenómeno migratorio, en 1980, el gobierno mexicano decretó la protección de las colonias de la mariposa monarca. En 1986 se estableció por primera vez un área protegida de 16 mil 110 hectáreas denominada Reserva Especial de la Biosfera Mariposa Monarca.
Durante la Reunión de América del Norte sobre la Mariposa Monarca, celebrada en Morelia, Michoacán, en 1997, se acordó iniciar un proceso de redefinición de la Reserva con base en el nuevo conocimiento biológico de la misma y agregando un componente indispensable en visión moderna de conservación, que incluye considerar las necesidades de las comunidades.
Como resultado, en el 2000 se extendió la superficie total de la Reserva a 56 mil 259 hectáreas.
Además, se acompañó con un esquema de compensación conocido como el Fondo Monarca, el cual apoya económicamente a las comunidades que perdieron sus derechos de aprovechamiento forestal. Se constituyó con una aportación 6.5 millones de pesos de fundaciones privadas y de autoridades mexicanas.
El Fondo Monarca es un esquema de apoyo económico a las comunidades que se abstienen de aprovechar los bosques y trabajan por mantenerlos en buen estado de conservación. Actualmente participan en el Fondo Monarca 31 comunidades, ejidos o pequeños propietarios.
Dada la importancia de las áreas protegidas que albergan a este singular insecto y lo que el mismo representa para la región de América del Norte, las autoridades estatales y federales de México, en conjunto con organizaciones de la sociedad civil promueven ante la UNESCO su declaratoria como Sitio Patrimonio de la Humanidad.
Características biofísicas
La Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca se ubica entre los estados de Michoacán y México, se encuentra comprendida dentro de los municipios de Temascalcingo, San Felipe del Progreso, Donato Guerra y Vila de Allende en el Estado de México, y Contepec, Senguio, Angangueo, Ocampo, Zitácuaro y Áporo en el Estado de Michoacán. Sus Coordenadas Geográficas extremas son: para Altamirano 19º 59´42´´ y 19º 57´07´´ latitud norte y 100º 09´54´´ y 100º 06´39´´ longitud oeste y para el corredor Chincua-Cerro Pelón son 19º 44´27´´ y 19º 18´32´´ latitud norte y 100º 22´26´´ y 100º 09´07´´ longitud oeste. Tiene una extensión de 56, 259 ha. , divididas en tres zonas núcleo con una superficie total de 13, 551 ha. y dos zonas de amortiguamiento de 42, 707 ha. de superficie total (SEMARNAT 2001).
La Reserva de la Biosfera mariposa Monarca forma parte de una zona de considerable valor ambiental, representada por importantes bosques de oyamel, que constituyen el hábitat principal de hibernación de uno de los fenómenos más impresionantes de organización animal, las colonias de mariposa Monarca, que año con año de noviembre a marzo visitan los bosques templados de los estados de Michoacán y México.
El sitio se caracteriza desde el punto de vista florístico, por especies de origen neartico y neotropical, lo cual se expresa en la enorme biodiversidad de la zona. La complejidad del conjunto de elementos abióticos y los procesos biogeográficos ha dado lugar a varios tipos de vegetación en donde predominan las coníferas.
